C60 puede ofrecer el potencial de prevenir la formación de placa amiloide en el cerebro. Estos están hechos de una proteína llamada proteína beta-amiloide que se acumula en el cerebro de los pacientes con Alzheimer. Por tanto, C60 puede reducir el riesgo de Alzheimer y demencia. En 2017, la OMS informó que alrededor de 50 millones de personas en todo el mundo padecían demencia. Continuó diciendo que el 60-70% de esos casos se debieron a la enfermedad de Alzheimer. De hecho, el proyecto de Alzheimer’s Disease International podría aumentar a más de 130 millones en 2050.
La pérdida de memoria e independencia debido a la demencia tiene serias implicaciones para los enfermos, sus familias y los sistemas de salud. Los tratamientos que podrían prevenir, retrasar y revertir el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer ofrecen esperanza a millones de personas.
Acumulación de placa amiloide en el cerebro
Los estudios apuntan a; inflamación, acumulación de placa beta-amiloide y daño oxidativo como factores clave en la aparición de la enfermedad de Alzheimer. Las placas de amiloide se forman cuando las fibrillas de proteína beta-amiloide, amiloides, se acumulan fuera de las neuronas del cerebro. Los amiloides se encuentran normalmente en el cuerpo, pero por alguna razón pueden acumularse en el cerebro y formar una acumulación pegajosa. Estas placas amiloides junto con los ovillos neurofibrilares contribuyen a la degradación de las neuronas en el cerebro y los síntomas posteriores de la enfermedad de Alzheimer.
La investigación del C60 da esperanza
En 2012, investigadores en Argentina demostraron, utilizando simulaciones por computadora, que C60 es capaz de descomponer la proteína amiloide-β evitando así la formación de placas amiloides. La esperanza es que C60 ralentice o revierta la enfermedad de Alzheimer.
En 2009, un grupo de Rusia pudo fotografiar las moléculas C60 que impiden la formación de fibrillas amiloides. Por lo tanto, C60 puede prevenir la aparición o el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. También demostraron que un derivado de policarboxilo de C60 destruyó las fibrillas amiloides maduras de la proteína muscular y evitó la formación de nuevas fibrillas.
En 2015, otro grupo en Rusia mostró que el C60 tenía efectos neuroprotectores en el cerebro.
En un estudio realizado en 2008, los ratones que desarrollan demencia de forma natural pudieron recordar su camino alrededor de un laberinto después de haber tomado C60. Aquellos que no recibieron C60 perdieron su memoria espacial con la edad. Los ratones que recibieron C60 también tuvieron una mayor esperanza de vida.
Las referencias citadas aquí y en otros lugares sugieren que C60 podría desempeñar un papel en el tratamiento de formas de demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer.
Tenemos clientes que, al poner en marcha C60, han comentado cómo mejora su concentración.